ATENCIÓN: aunque no tiene nada que ver, esta entrada revela datos importantes del final de la película Aladdin, de Disney. Leer con precaución si no se ha visto la película
Cuando una persona famosa muere, las redes sociales se vuelven locas.
No me molesta. Prefiero eso a otras muchas cosas, pero no deja de ser un fenómeno curioso. De repente idolatramos a gente que ni tan solo conocemos, cuando a menudo ignoramos el fabuloso trabajo que también hace, en vida, gente mucho más o menos cercana.
Esta semana ha muerto Robin Williams, probablemente por suicidio durante una gran depresión, y los análisis confirmarán si con abuso de drogas de por medio. Son hechos, al igual que el hecho de que era un buen actor que nos arrancaba sonrisas y lágrimas, según el caso.
Y por supuesto las redes se han visto inundadas de fotos y textos que homenajean al actor. Como supondréis, yo siempre me resisto a dejarme llevar por esa eufórica tristeza. Pero vi este twit (extendido también a otras redes, claro) que me emocionó y no pude evitar compartirlo.
Se trata de una de las escenas de Aladdin, una gran película en la que, (ATENCIÓN SPOILERS) al final, el protagonista libera al Genio de la lámpara, que si bien es todopoderoso, vive atrapado.
Y como resulta que la voz del Genio en versión original era Robin Williams, parece muy oportuno recordar esa escena precisamente ahora. Es un precioso adiós, otra forma de decir «descansa en paz».
Pero los caminos de la red de redes son inescrutables, y han comenzado a alzarse voces en contra de ese twit. Por ejemplo esto. Y esto. Y esto. En resumen dicen que compartir tal homenaje es hacer apología del suicido. Quizá es que yo no entiendo el twit, pero esa lectura me parece muy retorcida. Pero muy, muy.
Lo que yo entiendo:
1 – Se publica un twit que muestra una imagen de la película Aladdin, con una frase de la misma película. Es un hecho, al igual que es un hecho que Robin Williams interpretó al Genio en esa película.
2 – Robin Williams ha muerto, ese es otro hecho. Por suicidio, dicho sea de paso, aunque no me parece relevante: está igual de muerto. Perdonadme el cinismo pero me parece que a veces olvidamos que, consideraciones morales o religiosas a parte, una muerte no es menos muerte por haber sido provocada.
3 – Dada la coincidencia en el tiempo entre el punto 1 y el punto 2, entendemos dicho twit como un homenaje a Robin Williams. Eso es una interpretación, no un hecho, si bien podríamos considerarlo un hecho debido a la intención de los autores del twit.
4 – Si el punto 3 es correcto, los autores del twit y todos los que nos unimos al homenaje, estamos liberando a Robin Williams, que ha muerto.
¿Dónde está la interpretación de que la liberación viene dada por la muerte, o aún peor, el suicidio?
Es totalmente cierto que una mente deprimida puede interpretar las cosas de forma diferente pero lo que sirve de ejemplo no es el homenaje póstumo. Estoy de acuerdo en que el suicidio de un famoso puede inspirar a otras personas al suicidio. Es una lástima, pero así es: no por ello vamos a mancillar más el nombre del suicida. ¿Por qué entonces mancillamos este homenaje? Si lo malo está en el twit (que, recordemos, solo es una escena de película, no dice nombres reales ni nada), cualquier homenaje póstumo podría dar ideas suicidas.
En resumen, tal como yo lo veo, el Genio es un personaje de ficción que está encadenado a una lámpara, al igual que los fantasmas son las figuras románticas de los muertos que habitualmente también consideramos atrapados con cadenas. Estar muerto, da igual cómo se ha muerto, no significa ser libre, por eso habitualmente deseamos que los muertos descansen en paz. No es algo inherente a la muerte, es algo que los vivos les deseamos, como si pudiéramos pedírselo a la lámpara: «Genio, deseo tu libertad».
Genio, eres libre para descansar en paz.
EDIT: Gracias a Antonio Villarreal (@bajoelbillete) por su punto de vista, que me ha ayudado a completar el artículo.