6 cosas que discutir sobre Jurassic World, y 1 razón para odiarla

Pues no. No es tan mala como Jurassic Park III, aunque eso tampoco era demasiado difícil. Lo cierto es que no pensaba escribir ninguna crítica, y menos a estas alturas, pero hoy recordando mi análisis del tráiler he pensado que hay algunas cosas en las que, por suerte, me equivoqué. Hay otras que no…

Jurassic World se ha convertido ya en la tercera película más taquillera de la historia. Todo un éxito al cuál admito que contribuí (solo una vez, palabrita). Sigo pensando que el barco estaba hundido antes de zarpar, pero así somos los frikis, que vamos a ver pelis que sabemos que nos decepcionarán (me acaba de venir una reflexión sobre los votantes de cierto partido político, pero no viene al caso…). Y aquí es donde tengo que confesar que… sí, la peli me decepcionó… Pe-e-ero, no tanto como cabía esperar.

3 cosas que me gustaron de Jurassic World

– una de las cosas con que acerté en el análisis del trailer, es que la peli es una continuación con aires de «remake» y que apela a la nostalgia de los fans. Pero eso al final es algo bueno porque se ha hecho con bastante cariño. El uso de la música original en momentos concretos da un toque de emoción. Además hay un personaje que (no os revelo nada si os digo que) parece la voz de la conciencia del guionista: «es mala idea traeros aquí otra vez a ver más de lo mismo, aunque sea más grande».

– en lo que sí me equivocaba es en el uso de los velocirraptores. Creo que han sabido introducir el tema «adiestramiento» sin traicionar la idiosincrasia de estos bichos. Ahora bien, hay cierto momento en la película en que todo se va al traste. Lo dejo para el siguiente apartado.

– también me equivoqué sobre el nuevo dinosaurio. Es una mala idea para el parque, pero hay que admitir que como «monstruo» para la peli tiene cierto encanto. La trama está mal construida porque deja muchos cabos sueltos y tira de giros argumentales típicos pero aún así, como monstruo, el tío funciona. No cuento más para no destripar nada.

3 cosas que no me gustaron de Jurassic World

– igual que en el trailer, los niños son muy sosos y la madre repelente. Tampoco hay mucho más que añadir.

– del bicho acuático prefiero no hablar, aunque un día en Balears fa Ciència me abrieron los ojos: el cebo que utilizan es algo desafortunado, pues el tiburón blanco es una especie en peligro de extinción. Luego está la coreografía con los bichos voladores y la «niñera», que roza lo indignante, pero todo sea por el espectáculo.

– donde dije clichés y frases sin sentido, añadid estereotipos, personajes planos y (permitidme cambiar de tema al aspecto técnico) efectos especiales mediocres. No logro entender cómo 22 años más tarde del estreno de Jurassic Park, los efectos de esta secuela no sorprenden más que los de su predecesora. En algunos momentos incluso empalidecen ante ellos. Sospecho que tiene algo que ver con la moda esta de los directores de fotografía actuales: iluminan las películas como si fueran bodas-bautizos-comuniones. Todo se ve tan claro que uno puede encontrar defectos a mansalva, tanto en el CGI como en los animatronics. Aunque alguien debería haberle dicho a los productores que poner todos los dinosaurios del mismo color azulado (ni que sea por culpa del «color grading» de la postproducción) les resta verosimilitud. No digamos ya que estén tan limpios que brillen…

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1 cosa que sí me decpcionó de Jurassic World

– volviendo al monstruo y a los velocirraptores, como ya he dicho me «callaron la boca» durante 2 tercios de la película. En el último tercio, claro, las dos tramas (cada cúal peor construida) confluyen e inevitablemente unen sus fuerzas contra la suspensión de incredulidad. Algún productor debió de quedarse con ganas de hacer Cómo entrenar a tu dragón 2 con actores de carne y hueso, o algo así. Sin embargo la traca final (que no revelaré) es más digna de Transformers (por no decir Power Rangers). Indignante, para mí.

Así que Jurassic World estuvo a punto de ganarse mi corazoncito con la nostalgia y algunos aciertos de guión, incluso a pesar de todas las cosas absurdas (y del abusivo product placement), pero no.

No.