Como comenté hace un tiempo en otro lugar, si eres contador de historias y asumes realizar una precuela, es tu responsabilidad ser fiel al mundo que has creado. Si en la historia original dices “yo vivía en un árbol blanco”, cuando cuentas la historia anterior (precuela) no puedes enseñar “vivo en aquél árbol verde”.
Sin embargo, a veces los autores de más éxito parecen olvidar algo tan de sentido común. Y ahora que el universo de Star Wars parece que volverá a ponerse de moda con las nuevas apuestas de Disney y la nueva película dirigida por J.J. Abrahams, no puedo evitar pensar en las enormes incoherencias de la historia canónica de George Lucas.
También como comenté, en este caso aquí mismo, hace poco, si la historia es buena, poco importa si va envuelta de naves espaciales, superpoderes, crímenes o aventuras. Y hay ciertas evidencias de que la Trilogía Clásica de Star Wars, si bien no gusta a todo el mundo, tiene los ingredientes de una buena historia, pues se inspiró en los mitos clásicos que siempre han fascinado a la Humanidad. Y es que nos encanta que nos cuenten una y otra vez las mismas historias. De eso vive Hollywood últimamente, ¿no creéis?
Pero lo que nos gusta de verdad es no darnos cuenta de ello. Nos gusta que sea lo mismo, pero distinto. Nos emocionamos una y otra vez cuando somos capaces de predecir lo que sucederá, pero solo hasta cierto punto. Cuando el autor es capaz de sorprendernos con la propia lógica de la historia.
Por eso no entiendo cómo George Lucas se empeñó en escribir y dirigir las precuelas de su Star Wars original preocupándose más del envoltorio que del contenido. Si alguna vez tuvo sentido, este se perdió entre los efectos especiales, y todo lo bueno de la historia original se quedó ahí, en la trilogía original.
Directamente inspirada por todo ello llega Star Wars Rebels, una serie de animación sobre la saga que promete rescatar ese espíritu «mítico» (en todos los sentidos) y a la vez contarnos una historia original que sucede entre las dos únicas (por ahora) trilogías de «La Guerra de las Galaxias».
Y debo admitirlo, con la siguiente escena se han ganado mi corazón…