El próximo 7 de noviembre de 2014 se estrena en cines Interstellar, una película que me tiene particularmente intrigado. El director Christopher Nolan (El Caballero Oscuro, Origen, El Truco Final) parece dar un nuevo giro a su trayectoria con un film que pinta a epopeya espacial, como en su día lo fue 2001: Una Odisea del Espacio (salvando las distancias). Lo que más me llama la atención de sus tráilers, de hecho, es que veo más filosofía que espectáculo, y eso es algo que echo en falta últimamente del cine de Hollywood. ¿Será verdad?
Según VLCNEWS, Interstellar se basa en varias teorías científicas de Kip Thorne, un físico teórico estadounidense que además actúa como productor ejecutivo de la película. Se inspira en las ideas sobre campos gravitacionales, agujeros de gusano y varias de las hipótesis que Albert Einstein ya había apuntado. Pero lo que a mí me llama la atención es que, al menos en los avances, la película no presume tanto de «ciencia ficción de calidad» como de contar una historia sobre grandes retos para el ser humano, en general y en particular: «puede que tengas que elegir entre volver a ver a tus hijos… y el futuro de la raza humana».
Edito: nota de prensa de hoy mismo (19 de octubre de 2014) en Europapress.